Pensamientos van, ideas vuelven, y despacito creamos, con mis amigos, unos interesantes Duetos Literarios y Relatos a dos manos.
Quedan toditos invitados a leerlos y deleitarse.
Shalom
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*Lago de plata que devuelves mi imagen ¿Soy? ¿O simple perfil de mi Ser? ¿Soy ese rostro, ese cuerpo? Me cuesta pensar que en cada poro de mi piel, en cada huella -que me devuelves con precisión - estén sembradas mis sueños...Mis dedos casi con obsesión, recorren el frío de tu piel atrapante...¿Esa soy yo, amigo impiadoso....?
*Preguntas que ahuyentan respuestas. Se nos exige mostrarnos a cara limpia, sin tapujos, dejando de lado elementos superfluos que solo sirven para engañarnos. Hoy es el día, mañana ya no existe. ¿Eres capaz? Adivino tu reacción, ¿Con seguridad posees el valor suficiente?
*¡Por supuesto, creo tenerlo. Dispuesta me entrego -aunque luego al tocar las fibras- pueda dolerme. ¡Bien sabes adoro los desafíos, posibilitan que mi mente y mis sentimientos dejen por fin las mascaras y la soberbia... Aquí desafiante, a tu hechizo convoco...
*No acepto vacilaciones. Nos conocemos, por lo tanto no existen misterios entre nosotros. No disminuyas la potencia de la luz, quiero verte como eres, sin sombras que oculten tu mirada, ¿Acaso me tienes miedo? Tus facciones demuestran cansancio o es sólo un preámbulo antes de afrontar mis verdades.
*No me escudo, dilato o huyo ¿que puedes esgrimir , que yo no conozca? ¡Objeto que para dialogar y movilizarte dependes de mi! ¡ Escúchame bien, no me asusta tu desafío. Adecuo la luz a las circunstancias...creo el clima que me permita, hasta las vísceras llegar, pues presiento que allí se anidan las respuestas que buscas.-cuidado- tus estrategias analizaré con rigor. ¿O crees que por ser "argentado" ,has heredado la savia de la noctámbula dama ? Midamos capacidad y fuerza. -¡vamos anímate!- la primer estocada espero...
*Me asombra el tono altanero de tu voz, noto nerviosismo en tus facciones, inclusive todo tu cuerpo ha endurecido, ¿que ha pasado? que no te amedrenten mis palabras, soy yo, tu amigo, entiendo que mi sinceridad quizás te moleste, no obstante debes comprender que los años traen sus consecuencias, yo siempre digo verdades, aun sabiendo que duelan, ¿Porque no reconocer que ya no eres la jovencita coqueta de antaño?
*El paso del tiempo lo entiendo...¿notas soberbia? ¡No me digas que desconoces mis reacciones !Que has olvidado que si quieres hurgar, feroz reacciono, mas aun si no he invitado a entrar. Tomo aliento y el "hombre de plata lo nota" ¡Es cierto no soy la de antaño! ¿Y? He transitado por almibares y amargores...¿crees que de eso ilesa se sale?
*No hay duda,interpretas mis observaciones como lanzas en tu contra,te revelas sin siquiera razonar,te desconozco ¿Cuándo cambiaste? Es posible que me tapes con esa manta marrón, para no escuchar mis consejos que para ti son ofensas, como acostumbras en los momentos de tus consabidas crisis ... No me enojo, comprendo que es difícil acceder a la realidad, no obstante, confío en ti, en nuestra relación inquebrantable, no ayudarán golpes bajos, soy fuerte y bien sabes que la verdad siempre triunfa; ya lo he demostrado, ¿recuerdas?
*¡Espejito, espejito.!...!¿cuando la manta marrón, alojé sobre tu imagen?. Fue con el chal fucsia...el calado...para no "ahogar" tus ansias de "ver-criticar y comentar" ¿sabes que me molesta,realmente? Que te creas con la capacidad de "aconsejar" ¡Vaya petulancia la tuya! Creo que esa obsesión por la lectura...te ha trastocado...y quizás tus "visiones" merezcan ciertas reservas...No eres el del cuento, tampoco ella soy yo...veremos como sales de esto....
*¿Petulante, yo? no exactamente, orgulloso de mi superioridad ante la imagen que está frente a mi, por supuesto, y de ello no tengo la más mínima duda, pues, entre nosotros, ahora que nadie nos escucha, debes reconocer que, las mías, no son "visiones" y siempre exigiste de mi, sinceridad y firmeza, es más, imploraste escuchar mis críticas y comentar que es lo que veo y hablar sobre ello. No acepto tus quejas sobre mi forma de observarte, pero comprendo tu sentir y tu desilusión.
*Mucha literatura en tu "paso por la vida", ¿Te imploré? ¿Estas seguro que fui yo? De ser así..creo que la memoria estoy perdiendo...pero vamos, encarrilemos. Dime lo que "necesitas decirme" Prometo "estar presente", en cuerpo y en alma...¡Adelante pues!
*Siempre evité una confrontación contigo, no es nada saludable, y menos en tu estado decadente,traté de cuidar mis palabras para no herirte, sin embargo dije lo necesario, de acuerdo a mi función; decir la verdad. Pondré todas mis cartas sobre la mesa, esta vez abiertas, tu lo exigiste con tus amenazas y ofensas, nunca he hablado de esta forma a nadie. Eres tu la que se para día a día, y últimamente varias veces, frente a mi, tienes la posibilidad de evitarme, sin embargo, a semejanza del sol que sale cada amanecer, no eres capaz de ignorarme, es más fuerte que tu misma, me necesitas, anhelas aún a costa del dolor que te producen mis verdades, mirarme en los ojos, escuchar mi voz... no llores mi pequeña, las lágrimas tardarán en secarse, apaga la luz, escóndete para que no te vea...
*Tienes razón, los años han hecho estragos...y pobre amigo mio, me las tomo con vos...debo confesarte, aunque se que lo sabes, lo ves en mis ojeras, en el color de mi piel, en el esfuerzo que hago cuando camino...Mis proyectos sucumben, opacos, nunca pensé llegar a este estado. Disculpa...me veo y no me reconozco...se me está escapando la vida...espero que todo pronto se acabe. No tengo ilusiones.....amigo mio...disculpa...apago la luz..y mejor aun, te tapo. Fuiste un buen amigo....ella a buscarme ha llegado...
En un día común, de esos que no se recuerdan, un hombre resolvió cambiar su estilo de vida. Como primera medida preparó una taza de té, con plena conciencia de que aborrecía tal infusión, pues la asociaba con gente enferma, que no se les permitía otra bebida.
No recogió el diario del día, optó por ignorar las últimas noticias.
Luchó para no encender la computadora y por lo tanto rehusó abrir el correo con las decenas de E-mail, que recibía diariamente.
Con la taza de té en una mano, de la cual ya había conseguido consumir la mitad del susodicho líquido, llegó hasta el celular que ruidosamente exigía su atención. El número de la oficina, donde trabajaba, lo volvió a la realidad cotidiana, con excesiva apatía, balbuceó...
-Sí, escucho...
-¿Sabes qué hora es?, -preguntó Mario, su colega.
-Por supuesto, el reloj me lo indica sin pedírselo, ¿Alguna otra pregunta?
-Por lo visto, anoche fue algo excepcional...tomaste más de la cuenta, ehhhh...
-Avísale al jefe, que me tomo las vacaciones que me corresponden, desde hoy. Las necesito en forma imperiosa. Cuando vuelva se lo comunicaré. Te dejo, debo terminar con los preparativos. Hasta la vuelta.
Cerró la llamada, sin esperar confirmación o respuesta alguna, pues carecía de importancia tal insignificante detalle, y sin siquiera dudarlo, como si estaría siguiendo un plan trazado, apagó el teléfono maldito.
Se puso lo primero que encontró a mano del ropero, agarró su bolso de mano, salió a la calle y buscó un taxi, pues ya había decidido olvidarse, por el momento, de su auto estacionado en el garaje.
^^^^Hoy o nunca^^^, se dijo para sus adentros.
-Lléveme a esta dirección, por favor- solicitó al chofer, entregándole una tarjeta de su agente de viajes.
Durante el viaje, sus pensamientos revoloteaban sin descanso, las ideas llegaban y al instante otras las remplazaban.
-Llegamos- anunció el chofer.
Abonó lo que correspondía y a pasos acelerados se dirigió a la oficina de viajes.
Todo había comenzado la noche anterior, bahh, varias noches anteriores, el sueño había sido recurrente, sin embargo, recién al despertar esa mañana tomó la decisión de un cambio radical en su vida. Lo primero, dejar el trabajo aunque fuera por un mes, sin embargo, interiormente sabía que nunca volvería.
Tenía 54 años y mucho que perder, pero también mucho que ganar si no se limitaba a pensar en lo material.
Cuando joven había sido un soñador, un tipo idealista que se fue convirtiendo en un tipo fríamente realista a medida que fue posponiendo ideales por ascender en la escala social. Había comenzado su carrera como arquitecto pensando en construir viviendas económicas, modernas y accesibles para esa gran mayoría de personas a la que le costaba tanto tener vivienda propia y terminó siendo el arquitecto “estrella” de un estudio de arquitectos de ricos y famosos.
Viajar por el mundo, por esos países castigados por la pobreza, formar parte de algún cuerpo de ayuda humanitaria y construir viviendas aunque fueran de barro, pero cómodas y confortables. Ayudar a los más necesitados de cada rincón que visitara, eso lo alentaba a seguir estudiando y recibirse con notas brillantes. Pero…. solo viajó por las ciudades más deslumbrantes, lejos de la miseria y cerca de la opulencia.
Soñó con tener una familia y solo obtuvo una mala experiencia matrimonial y un divorcio. No culpaba de todo a Elsa, su ex mujer, él había sido un marido desamorado, atrapado en la rueda de hacer cada vez más dinero y un ausente total del hogar y sus necesidades. Elsa se cansó, consiguió alguien que la quisiera y lo abandonó. No sin antes reprocharle los años de soledad y llevándose a cambio una buena tajada de su fortuna que le garantizaba una muy buena vida futura. Él siguió abocado a su carrera, no le dio cabida al amor en su vida, sólo aventuras pasajeras y, cuando se dio cuenta, era un hombre maduro y solo.
Ahora, de pronto, un sueño lo había ubicado en la realidad que pretendía ignorar y estaba haciendo lo que había debido hacer hacía mucho tiempo.
Mientras cruzaba la calle hacia la agencia de viajes pensó que aún podría hacer algo con su vida y sacudiendo la cabeza alejó la pesadilla, porque en definitiva era una pesadilla verse muerto y sin haber cumplido ninguna de sus aspiraciones juveniles.
Al entrar en la agencia, fue directamente hacia el escritorio de Felicia, su acostumbrada planeadora de viajes. En su lugar, una bellísima y encantadora carita recibió su llegada, anexando una delicada sonrisa, expresó a media voz,
-Buenos días, Sr. tome asiento, ¿En qué podría ayudarlo?
-Muy buenos días Srta...
-Pati, perdón, Patricia, Sr....
-Francisco Reyes, me pude llamarme Fredy, como mis amigos; una preguntita ¿Dónde se encuentra Felicia?
-Ahhh, ella fue ascendida, hace un mes que la trasladaron a la casa central, pero con mucho gusto podré satisfacer sus necesidades, Ud, dirá...
-Espero que así sea; seré breve, necesito disfrutar de un lugar tranquilo, lejos del bullicio, en lo posible cerca del mar, un lugar en el que pueda disfrutar del aire y la naturaleza, ¿Me interpreta?
- Ante todo, una pregunta esencial, ¿Pensó en un hotel de lujo, o algo modesto? No deseo ser inoportuna pero es imprescindible para saber ubicarme en la búsqueda, Ud. entenderá, ¿Verdad?
-No, no...nada de lujo, estoy cansado de toda clase de excentricidades, no, algo cómodo, sencillo, y repito, alejado de zonas turísticas, boliches y lo comúnmente llamado ruido, en el léxico de los jóvenes como Ud. Pati; espero que no sean demasiadas exigencias.
-No, en absoluto. Lo que si debe aclararme unos pequeños detalles, si es tan amable...necesito saber cuánto tiempo tiene pensado dedicarle a estas vacaciones, cuando desea comenzarlas más o menos, y algo no menos importante, debe ser un lugar cerca, lejos o quizás más lejos...
Esta última frase, le resultó un poco atrevida, no obstante le ocasionó una leve carcajada, y sin titubearlo siquiera dijo,
-No tengo problema en cuanto a duración del paseo, preparar las maletas no es algo que requiera mucho tiempo, y con respecto a....más lejos, lo preferiría- y mirándola directamente a los ojos, agregó - Siempre y cuando Ud. me acompañe...
La joven sonrió halagada. Ese hombre maduro y atractivo le había agradado apenas traspuso la puerta. No era un hombre común y corriente, tenía como una halo de seguridad y buen ánimo que si bien era común en los clientes que organizaban un viaje, en él se acentuaba más, era diferente, era…. no sabía explicarse a sí misma que era lo que lo hacía diferente. Quizás su mirada, sí, su mirada era fuerte y decidida, pero tenía algo de tristeza también, en fin era un cliente y debía atenderlo de la mejor manera.
-Lo acompañaría, seguramente – contestó Patricia, sonriendo – pero no creo que a la persona que está tras suyo le parezca bien que abandone mi trabajo y no la atienda.
Francisco giró su cabeza y vio tras él a una mujer atractiva que lo miraba con impaciencia, pero con una sonrisa burlona en los labios. Se sintió avergonzado, ¿qué pensaría esa mujer de él? seguramente que era un viejo “verde” y en verdad se estaba comportando como tal.
De inmediato, continuó hablando con Patricia y le explicó concretamente lo que quería.
-En realidad - como te decía - quiero un lugar tranquilo, con mar, que no esté invadido por turistas. Estuve pensando en volver a mis raíces como primera etapa de mi viaje. Mis abuelos eran de Menorca y no hubo día que no añoraran su tierra a la que nunca pudieron regresar. Mi abuelo siempre me pedía que alguna vez volviera por ellos y quiero hacerlo, antes que sea demasiado tarde.
-Señor, no hay lugar en el mundo que sea más bello y acogedor que ese pequeño pedazo de paraíso – pero la que dijo esa frase no fue Patricia, fue la mujer que estaba a sus espaldas.
Era una voz fresca y agradable como su dueña, Francisco sintió que estaba en el lugar justo y se estaba dirigiendo al lugar adecuado.
Se levantó, dio media vuelta y acercándose a la mujer, extendió su diestra y dijo...
-Fredy, mucho gusto en conocerla, viajera del mundo...
-Mi nombre es Isabel, el gusto es mío- palabras que acompañaron a su mano estrechando con suavidad la ofrecida. El apretón de manos, duró un segundo más de lo acostumbrado, y ello indicó una sutil indirecta, así lo percibió.
-Hay aquí al lado de la Agencia, un bonito café, ¿qué le parece la idea de aceptar mi invitación, mientras saboreamos uno calentito, conversamos y quizás concretamos la posibilidad de organizar algún viaje en conjunto?
La inesperada y no menos atrevida invitación, logró un momento de duda en Isabel, lo cual se reflejó en su rostro; detalle que no pasó desapercibido por el gentil caballero, quien agregó al instante...
-A decir de la sonrisa dibujada en su cara, entiendo que acepta mi invitación... ¿o me equivoco?
-Acepto – dijo Isabel – por ahora, a tomar el café, pero tendrá que esperar a que esta jovencita me atienda unos minutos.
-Por supuesto – contestó Francisco,
Mientras pensaba en cómo saldría airoso de semejante invitación, no pensó, ni pensaba, compartir su viaje con nadie, era algo íntimo, el cumplimiento de un anhelo personal; pero su carácter tan extrovertido le había jugado una mala pasada y ahora debería escapar de alguna manera sin molestar a la linda dama. Con disimulo aprovechó para mirarla otra vez, realmente confirmó su primer impresión, era una mujer hermosa, impactante.
Las mujeres hablaban en voz baja y al encontrarse ensimismado en sus propios pensamientos, no prestó atención a la conversación que sostenían.
Por momento y ante la interrupción de Isabel, él había dejado inconclusa la conversación con Patricia para definir su viaje, así que al ver que las mujeres se despedían afectuosamente con un beso, seguramente eran conocidas, se dirigió a Patricia pidiéndole lo disculpara por un rato y que volvería para concluir sus trámites.
La joven amable le contestó que no se preocupara, que tomara su café tranquilo y luego volviera, mientras tanto ella buscaría más información sobre Menorca, los vuelos y hoteles que le convendrían.
-En cuanto a los mejores lugares de la isla para visitar… - entonces sonrió con picardía y lo que dijo a continuación lo dejó perplejo – creo que toda la información puede dársela mi madre, Isabel, que aunque vivió aquí algunos años, ya hace mucho tiempo que se radicó nuevamente en su tierra natal, Menorca.
A los pocos minutos, Isabel y Francisco, estaban sentados saboreando unos riquísimos expresos, y charlando como dos viejos amigos.
-No alcancé a comprender- ¿estuviste paseando por Menorca?
Isabel, como pensando lo que responder, lo miro fijo y respondió...
-Te diré la verdad, soy nacida allí y ahora ya hace algunos años me radiqué nuevamente en la que fuera la casa de mis padres, es por eso que aconsejé que vayas a conocerla; es un lugar de ensueño, no te arrepentirás, lo aseguro.
-Ohooo, esa no me la esperaba, que suerte encontrarme contigo, me has hecho el día, y como no creo en las casualidades, todo tiene un motivo, ¿no te parece?
-Yo tampoco creo en las casualidades – contestó Isabel – es más, como buena nativa de una isla plena de encanto y misterio, creo en el destino, ese sorpresivo manipulador de nuestras vidas que siempre nos presenta un reto nuevo.
Francisco, la observó mientras hablaba, esa mujer era increíble, mantenía una conversación casual con un desconocido como él y sin embargo lo hacía sentir como si la conociera de toda la vida.
Ella comentaba sobre los encantos de la isla y sus tradiciones… la mente de él se remontaba al inicio de su día, cuando decidió dar un corte a su vida y brindarle al fin, un espacio a sus sueños. El impulso de viajar para cumplirlos, iniciando su recorrido en la tierra de sus ancestros, era algo que aunque impensado parecía ser parte de un plan divino para él. Se sentía entre aturdido y encantado, como si una mágica conjunción astral lo hubiese envuelto en sus giros.
-De pronto te has quedado callado y pensativo – dijo Isabel – como si algo te preocupara, perdón por mi cháchara, pero es que cuando hablo de mi tierra me transformo. No veo la hora de regresar.
-Noooo, por favor, sólo me distraje un momento pensando en lo alocado de este día mío, pero estoy encantado de haberte conocido; creo que seguramente tendremos muchas más cosas en común que una isla que, de alguna manera, pertenece a la historia de cada uno de nosotros.
-Historia, no; para mí es también presente – respondió Isabel.
-Isabel, no sé si Menorca será el final de mi itinerario, pero estoy seguro que allí encontraré parte de lo que hace tiempo estoy buscando y por alguna razón recién hoy tuve el impulso de iniciar mi búsqueda ¿Volvemos a la Agencia? tengo apuro por organizar mi viaje y partir hoy si fuera posible.
-Volvamos, mi vuelo sale en cinco horas y quiero pasar un rato más con mi hija. Ahora emprendo un viaje a Australia por razones familiares, tengo un hermano allí con su familia y hace ya mucho tiempo que no nos vemos. Luego volveré a mi casa en Menorca dónde vivo relajada y feliz, alejada de todo lo revuelto de este mundo.
El hecho de separarse de ella, así de pronto, lo golpeó sorpresivamente, decidió por lo tanto jugarse...
-Un minuto, Isabel, debo proponerte algo...
-Soy toda oídos, ¿de qué se trata?
-Prométeme que a tu regreso, te comunicarás conmigo en Menorca, allí te estaré esperando - tomó una de sus tarjetas de presentación y en el reverso escribió su correo electrónico, se la entregó y agregó, -Ya estoy ansioso de tu vuelta...
Mientras caminaba tras ella hacia la agencia, Francisco se sintió rejuvenecido y feliz, el intenso y agobiante malestar que sentía producto de sueños angustiosos de muerte y soledad, tan recurrentes durante las últimas noches, ya había desaparecido de su mente y agradeció el haber tenido el impulso de alejarse de todo y de todos; el futuro podría encerrar todo lo que él anhelaba y producir un cambio radical en su vida; seguramente así sería.
-Tenemos que hablar, ¿no te parece?, es
ridículo alargar mi suplicio y tu silencio. No considero posible continuar esta
farsa; como hombre herido, pues así me siento, exijo aunque más no sea, una
palabra de reconocimiento.
-Espera,
conozco tu juego "debemos hablar”. ¡Tantas veces lo intenté y siempre tu
pretexto fue que estabas cansado, que no era el momento! Ahora no es mi momento
debo terminar estos escarpines para
nuestra nieta que espera su tercer bebé. Quizás no hayas dormido bien, sentí
sobre mis pies el peso de Pipo que me impedía moverme lo mismo pudo afectarte.
No percibo rasguños ni moretones en tu cuerpo, no entiendo de qué heridas me
hablas. Disculpa amor he dejado la comida en el fuego y puede quemarse.
Ah... cuando regrese espero tengas respuestas.
-Las heridas
o mascullones no fueron sobre mi piel, por lo tanto no quedaron huellas
visibles, los sentimientos reciben golpes, soportan embestidas, y hoy son
profundas cicatrices. No entiendes, dices; el tiempo, fiel amigo, llegó en tu
ayuda, permitiendo eliminar de tu mente, lo que en aquellos días tu corazón
dictaminó. A tal punto pretendes insinuar que nada pasó.
-¡No!, creo
que interpretas mal a sabiendas. No digo que nada ocurrió, digo que tengo que
tejer pues el nacimiento se avecina, hacer la comida, ir a gimnasia e ir a
tomar el té con mis amigas. No niego, sino que no entiendo cuál es tu planteo...
¡hace tanto que no hablamos que a veces siento que solo somos fantasmas que nadie quiso poner en la tumba.
Pues, llegó el momento, hablemos...tienes la palabra, escucharé sin interrumpirte,
soy todo oídos.
-Me pides
que hable y veo en tu actitud y en el timbre de tu voz la exigencia. ¿Qué
pasaría si a las momias (que es como me siento), el descubridor le susurrara al oído: cuéntame de tus
experiencias pasadas amores y alegrías? Debieras saber que cada cosa tiene su tiempo y espacio que
muchos cataclismos de segundos y semanas han sepultado aquellas preguntas o
incógnitas que quizás hoy ya no valga la pena desenterrar. Además el tiempo
puede ser como dices, aliado o verdugo como digo yo. Sinceramente te he hablado
de lo que hoy me preocupa y ocupa. Mis nietos, la casa, la salud, lo demás he
cerrado el libro de quejas mías y ajenas.
-Ahaaaa,
resulta que ahora te convertiste en momia, excelente camuflaje, reconozco que
me impresionas cada vez más. Y si, es como dice el refrán: °El lobo sabe por
viejo más que por lobo°. O sea que todo quedó enterrado en tus secretas
pirámides del adulterio. Hoy tienes otras "preocupaciones". No, mi querida, lo mío ya dejó de ser queja,
ni siquiera es molestia, es sólo una sensación de compasión por ti, por todos
los años vividos bajo un mismo techo, pero no juntos.
-¡Jajajajaja!
Me gusta el ropaje literario de tu respuesta.
¡Si! momia incluyendo pirámide y desierto, ¿adulterio? ¿Llamas adulterio a querer ser admirada,
atendida y contenida en los momentos
difíciles? Te equivocas pues ante las reiteradas formas de encerrarte en las
cavernas del trabajo desde donde emergías cansado, malhumorado tuve que
recurrir a fabricarme un romance. Tejí con laboriosidad artesanal un idilio
donde no faltaron las flores la admiración ni la pasión. Por supuesto me alejé
de esa realidad asfixiante y gris que me entregabas. Fui vistiendo a mi amado imaginario de color, delirios y
aventuras compartidas. Bastaba aislarme en la habitación o el jardín para hacer
de la fantasía una realidad excitante. Con él viajé a países ignotos, dancé
entre nubes, conocí el universo atrapado
en cada gota de rocío, la sangre
volvió a crepitar bajo la piel. Fue tal
la dimensión, que lo empecé a volcar en interminables y exquisitos
escritos...era su heroína y él mi caballero encantado que viajaba en alado
corcel, trascendiendo el rumor
cotidiano, encendiendo mi alma con sus
versos y su destreza de amante. Me protegía con el escudo de ternura y permitía
que mis alas crecieran... ¿a eso llamas adulterio?
-Siempre has
tenido la maestría de saber engatusar con bellas y medidas palabras a todo
aquel que se acerca a tu reinado. Yo lo considero desfachatez, tienes el coraje
de encubrir tu fechoría, pues esa es la cruda verdad, queriendo envolver tus
deshonestos actos, con un manto de mujer desgraciada, abandonada por un
desalmado sin corazón. Trabajar de sol a sol, tu bien lo sabes, lograr mantener
una familia en un nivel alto, conseguir para todos los integrantes de esta
casa, que nunca fue hogar, un buen pasar, y recibir en cambio una vil acusación
de la que se mostraba, frente a la sociedad, como una respetable mujer y
correcta esposa. ¡Se terminó la farsa, artista! La obra llegó a su
término...bajó el telón y junto a él, tu máscara. Sé valiente y reconoce tu
error, tu mentira, tu engaño.
-Estas tan
enojado que la rabia no te permite ver. Me percibes como una hechicera
magistral en el arte del embuste ocultándome bajo máscaras. Quizás tengas
razón, pues muchas veces las usé para
tapar mi rostro bañado en lágrimas y surcado por gestos de ansiedad y
desencanto ante tu indiferencia. Tú bajas el telón, yo te entrego lo que creo
es la obra más creativa de mi vida, estos manuscritos donde puedes comprobar
que solo fui adúltera en los papeles.
Además, el
bienestar económico no es suficiente para
honrar la vida, convertirla en poesía
y hacer de cada momento un manantial de amor y cultivar de alas para
surcar el infinito. No puedo reconocer algo que nunca hice, ni llenar como en una
planilla de Axel, los casilleros que
previamente has configurado. Acciona como creas conveniente. Nunca me has
conocido ni te conozco y es probable que nunca nos tomamos el tiempo para hacerlo. Al salir apaga la luz, ya no hay
protagonistas, público ni acomodadores.
-Hablando se
entienden las personas, y por lo visto, estamos logrando sacar los trapitos al
sol; reconoces, ¡gran adelanto!, que no me conoces, e inclusive aseguras que yo
tampoco a ti, lo cual no te impide ofrecerme un testamento de tu embuste, o
como tú lo llamas: la Razón de mi Vida. ¿Qué valor tienen garabatos escritos,
sentimientos dibujados o pseudo-éxtasis descriptos? La invitación a retirarme del escenario, es
lo más cercano a la sinceridad que han pronunciado tus labios. Aprovecharé este
momento de lucidez dentro de tu maraña de obscuridad.
-¡Guau! Reconozco que hasta hoy no conocía esa veta
intensa, profunda y lúdica de tu existir. Se me ocurre en este precioso instante
y que quizás resulte revitalizante para nuestras vidas ¿nos dedicamos a
escribir duetos?
-También
aquí desciento contigo, creí que aceptaste dejar a un lado las máscaras. y
compruebo que las cambiaste por un tono socarrón, casi de mofa, al invitarme a
convertir esta charla en un enfrentamiento literario, rubro en el cual eres
especialista. De más está decir, que rehúso entrar en tus maliciosas
jugarretas, y es más, desde ahora bailaré al compás de mi música, en esta casa
o si así lo deseas fuera de ella. No te apresures a responder, saldré y cerraré
la puerta del lado de afuera.
-¿Sabes?
vuelves a ser el niño caprichoso y lleno de ímpetu que conocí y del cual me enamoré y aun lo estoy. Alabo
que bailes tu propia música pues yo también lo hago, desde ese punto, podríamos
intentar sincronizarnos nuevamente. Mi querido esposo, mi siempre amado compañero, creo que es tiempo si, de cambiar rumbo, creo
que la madurez ha tocado a nuestra puerta. Me gusta la relación que haces con
los naipes. Sí, es cierto la vida es cambio, por favor no tomes tan a la
tremenda, quiero ser feliz, quisiera que nuestra vida no fuera un nudo de
quejas, paso de facturas, de veladas ironías. No me burlo, solo busco la forma
noble y sincera de que nos mostremos. Que juntos aprendamos a disfrutar, a reír
barriendo los nubarrones que antaño ahogaron nuestra confianza y fe. Todo lo
que te he mostrado es cierto, solo un hombre ha conocido mi piel y mis
sentimientos, te repito, lo otro fue solo lo que mi imaginación necesitó para
seguir transitando esta vida que la vivenciaba gris y hostil. Antes de partir,
espera, léeme de nuevo, seguro
encontrarás la verdad, ese es mi profundo sentimiento.
-Tarde,
mujer...mucha agua ha pasado por debajo del puente, como lo expresa el dicho
popular, y yo agregaría que, cada vez que miramos el río, son otras aguas las
que observamos. Aquí, no es cuestión de naipes, es más, no es un juego, muy por
el contrario. Tormentas y tempestades, no obstante son fenómenos naturales y
pasajeros, no son siquiera semejantes a nuestra vida. Olvídate de aquel niño,
que creíste comprar con golosinas de encanto pero llenas de fantasía, que
construyeron castillos de arena, y que, con tus idas y venidas, lograste
desmoronar, sin dejar vestigios siquiera. Propones como último estertor, que
relea tus líneas para encontrar la verdad, no es necesario que busque la
verdad, ya la tengo, me acompañara en mi nuevo camino.
-Tuve la
esperanza de que me creyeras y que ambos
iniciaríamos una etapa distinta, desde las diferencias planteadas, pero en la
vida se gana y se pierde. Perdí al no ser comprendida pero ha servido para que
encuentres un nuevo camino lleno de esperanzas, eso me hace muy feliz. El telón
ha sido bajado, los aplausos, lágrimas o
risas han cesado. Solo queda el murmullo
del corazón emprendiendo un nuevo aprendizaje.
-No puedes
evitar salir airosa de todo confrontamiento, es más fuerte que tú. El
malabarismo, típico de tu carácter dominante e impulsivo, convierte toda
nuestra fracasada relación, en un continuo y lamentable martirio que te obligué
a padecer, según tus palabras. No obstante el escenario queda vacío, los
personajes ya en sus camarines, la ovación del público quedó impregnada en el
telón del teatro, tú, la última rezagada, confías en que quizás se repetirá la
función, tal vez con mayor éxito que la primera. En algo concuerdo contigo, la
esperanza es lo último que el hombre debe perder.
Ven amada, acógete en mis cálidos brazos, la barca
boga rumbo a lejanas y blancas costas, las nubes acompañan esta aventura
amorosa, donde deleitaremos cada instante como idilio paradisíaco.
*La Doncella..
Entremos
amor...entremos
que está la tarde ya sobre nosotros
y el aire está cargado de recuerdos
entremos, que a la luz de la lámpara encendida
se harán más claros todos los anhelos.
*El Caballero...
Doy libre albedrío a mis sentimientos,
tu sola presencia vasta para satisfacerlos...
Extrañe escuchar tus dulces palabras, nuestras
almas disfrutarán de la unión de nuestros cuerpos, hagamos sordos nuestros
oídos al clamor de los rumores, que incitan a separarnos.
*La Doncella...
Divaga perdido allá a lo lejos,
un ave de color indefinido,
y el tiempo que nos roban adormece
tus pupilas,
y se ha llenado de turbiones de
lágrimas.
Por eso te convido a que me abraces,
entremos amor...entremos
*El Caballero...
Cabalgo acompañado de nubes de ensueño, mi corcel
trota al son de las trompetas.
Todo el castillo sabrá de mi amor hacia ti, bella
dama, mi reino ofrezco a cambio del sí de tus labios. Ya llego, amada, tu luz
ilumina mi camino.
*La Doncella...
Recuerda
que te llegó la fuerza de mi amor
cuando
la noche silenciosa se tornaba fría,
con murmullo
de frases sin definir. Recuerda que estoy pensando en ti,
cuando
veas que el rocío de la madrugada, reposa sobre tu ventana.
Recuerda
que, solo son mis lágrimas, que fluyen por ti.
Solo
así y en silencio podrás saber,
lo que
siente el alma que está dentro de mí,
quizás
triste y enamorada, que vive encadenada.
|||**|||
La Doncella…Norma A. Estuard
(Argentina)
El Caballero…Beto Brom (Israel)
||||||
*Registrado/ Safecreative N° 1604117206479
*Imagen de la Web con texto anexado
*Música de fondo: Derek and Brandon Fiechter /Villages Music
Mientras te precipitas por el balcón de las nubes dejando
una hebra de tu pelo,
meciéndose en el portal de la luna.
*Una lluvia de granizo dijo presente mostrando su alegría,
mientras la canción se repetía, se repetía...
Febriles se acercaban para presenciar el espectáculo
nunca visto, remotos personajes emprendieron el trayecto rumbo a lo
desconocido.
*Percibiste como los pájaros detenían sus perlas
mirantes y también como más allá del horizonte entretejían sus trinos, mientras
las mariposas sumaban cristales a sus alas.
*Una a una las
montañas agolparon sus laderas, permitiendo convertir las cimas en una barrera
tranquilizadora.
Las nubes consultaron sobre el papel que les
correspondía en esta magistral obra, única desde que el sol comenzó su poderío.
*Mientras lo
hacían cincelaban un sendero aterciopelado y fragante poblado de arpegios sobre
la aún llameante hoguera donde se gestaba el brebaje emancipador.
*También los estrambóticos ingredientes secretos
influyeron para predominar hasta convertir el adobo, en eficaz antídoto para
paliar cualquier encantamiento eventual.
*Y al igual que las brujas que enredadas en sus
paisajes de pócimas y entuertos, atrapan con el fino estilete de sus sueños el
hilo que les permite viajar colgadas hacia el más lejano cometa... ¡¡¡ estalla
mujer!!! Tu regazo de sagrada ánfora en miríada de volátiles semillas
convirtiendo en día al oscuro andamiaje de la noche.
*Una vez más fue cumplida la consigna. El mundo se
alejó de su último día. La madre natura reafirmó su veredicto.
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María de los Angeles Roccato (Argentina)
Beto Brom (Israel)
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*Registrado/Safecreative N°1402070052542
*Imagen de la Web retocada
*Música de fondo: Lord of de Rings /
Lindsey Stirling
Miro a lo lejos sobre los riscos, en que las olas rompen con fuerza
tratando de contener el llanto, que se agolpa en mí ser
mientras al arrullo del mar, escucho tu voz tan amada
Decirme que tienes que irte, que debes partir.
Mis sentimientos quedarán contigo, grabados en las arenas de esta playa, ninguna alta marea logrará borrarlos, ni vientos conseguirán devolverlos al mar. Parto, sí, pero doy mi palabra que volveré, todo es cuestión de tiempo, ¿podrás esperarme?
Como no esperarte, si vives en mi
si en cada suspiro tu nombre me invade,
si aun sin promesas, como tu alma te pertenezco,
sin tiempo ni distancia, vida mía he de esperarte.
El saber de tu espera, el sentimiento de tu amor latente, siempre estarán presentes acompañando días y horas allí en alta mar. Navegaré hacia lejanos lugares, visitaré playas extrañas, pero en la proa de mi barco aguardaré la llegada del atardecer y a semejanza de los peces que abren una estela entre las olas, tu recuerdo flotará en mis pensamientos.
Así será, amado mío, así será esta dulce y ansiada espera
como flor regada por tu amor, y acicalada con tus promesas.
Con la esperanza de que el sol nace, después de una noche de esplendida luna,
así sin una sola duda, cada día, te he de esperar, a la orilla del mar.